317. Modificación de los omnibus de larga distancia de doble piso
Autor: Jorge Elías
A. Proyecto: Modificación estructural de los omnibus de larga distancia de doble piso
B. Fundamentación: El primer ómnibus de dos pisos
producido para servicios nacionales y de turismo se presentó en
septiembre de 1980 cuando la empresa Cametal ensambló ómnibus de dos
pisos bajo licencia de Neoplan de Alemania. Se produjeron
aproximadamente una decena de unidades que fueron adquiridas por El
Condor y Rio de la Plata principalmente para sus servicios entre Capital
Federal y Mar del Plata. En 1981 se dejaron de fabricar pero recién a
partir de los 90 terminaron de imponerse.
Recientemente, una unidad de la empresa Chevallier se accidentó en el kilómetro 385 de la autopista Rosario-Córdoba, pasadas las 6 de la mañana, sin que estuviera involucrado ningún otro vehículo. Como consecuencia del vuelco, 54 personas resultaron heridas por lo que fueron derivadas al hospital de Armstrong.
Accidentes de este tipo no es nuevo. Uno de los hechos lamentables ocurridos hace un tiempo sucedio en la ruta nacional 14, en cercanías de Concepción del Uruguay. Allí un ómnibus de doble piso volcó y estuvo a punto de caer en una laguna luego de que fuera envuelto por un temporal de lluvia y viento. El interno 254 de la firma Crucero del Norte transitaba en dirección norte-sur por la ruta nacional 14, en cercanías del puesto de peaje de Colonia Elía, a la altura del kilómetro 102, por causa de las fuertes ráfagas de viento cayó pesadamente al costado de la principal arteria del Mercosur. Tras golpear con violencia contra el guardarrail, se desplomó a una alcantarilla desde una altura de cinco metros, cerca del puente sobre el arroyo El Sauce.
El ómnibus había salido de la provincia de Formosa y se dirigía hasta Buenos Aires, por lo que a causa del despiste, 13 personas debieron ser asistidas en nosocomios de La Histórica.
Pese a la existencia de estudios de especialistas en la materia vial, que ponen serios interrogantes sobre la seguridad de los rodados de estas características, Argentina es uno de los pocos países que aún autoriza el tránsito de los dobles pisos, pese a aumentar el número de accidentes.
En los últimos años distintos organismos especializados en seguridad vial, como así también universidades de la Argentina, han coincidido en diagnosticar sobre el peligro de estos ómnibus doble piso.
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) luego de una extensa investigación elevo un informe que desalienta su utilización donde advierte sobre la construcción y utilización de los colectivos de doble piso. La nota afirma que Argentina es el único país que los sigue utilizando para grandes distancias, cuya inestabilidad es un riesgo tanto para los pasajeros como para los que transitan por las rutas.
Pero el problema se agudiza porque “da la impresión que los pasajeros se inclinan por vehículos monumentales e impactantes, vaya a saber porqué extraña razón”, analizó el director de la investigación, Roberto Tomassiello, ergónomo, consultor en diseño de carrocerías y docente de la UNCuyo. La advertencia de los investigadores se apoya también en que sólo en Argentina estos micros recorren distancias largas. Por el contrario, en Europa se destinan a servicios turísticos en recorridos cortos, y en Latinoamérica no tienen una presencia destacada.
Para Tomassiello, los coches de doble piso son inseguros y vulnerables por su mayor altura (cuatro metros), que los vuelve muy inestables. “Los vuelcos tienden a decapitar las carrocerías a la altura del antepecho, es decir en la parte baja de las ventanas laterales", explicó el especialista. En el caso de las unidades de doble piso, ese efecto se produce en la planta superior, haciendo desaparecer virtualmente todo lo que se ubica por encima del nivel citado. Además, advierte que la altura provoca que se construyan escaleras empinadas con muy poco espacio para desplazarse, que sufren sobre todo embarazadas, ancianos y discapacitados.
Por estas razones, desde la UNCuyo consideran prudente desalentar la construcción de estos micros, “por la seguridad de los pasajeros y también por la de quienes transitan por las rutas del país”, advierten en sus conclusiones. Proponen modificar el diseño de las carrocerías, con una altura máxima no mayor a tres metros y medio, puesto que permite a los pasajeros un acceso fácil sin demasiados escalones internos, y brinda una aceptable capacidad de bauleras bajo el piso. “Debemos tener en claro que los ómnibus no son simultáneamente vehículos para transporte de carga y de personas. O una cosa, o la otra”, dice Tomassiello.
En conclusión, existe una cadena de eventos que se tienen que dar en forma simultánea y con resultados fatales: La existencia en estos omnibus de un centro de gravedad esté demasiado alto, una velocidad longitudinal alta y girar en una curva o eludir un obstáculo bruscamente. El resultado es la perdida de estabilidad y vuelco del omnibus. A esto se agrega, omnibus que violan permanentemente los límites de velocidad, choferes sin suficiente descanso y rutas en mal estado. Ademas, están construidos con materiales livianos que difícilmente soportan vuelcos o colisiones frontales.
C. Objetivos generales:
- Anular progresivamente el empleo de omnibus de doble piso para el transporte de pasajeros a largas distancias.
- Implementar la instalación en todas las unidades en uso de un limitador de velocidad, un sistema antibloqueo de frenos, un sistema de alarma contra incendios y un indicador sonoro de marcha atrás.
- Modificar la altura de los omnibus de dos pisos pero un poco más bajos que los actuales que miden cuatro metros y que tengan dos ejes delanteros y dos ejes traseros.
- Emplear el sistema de omnibus de doble piso para el desplazamiento turistico local y transporte urbano.
- Disminuir la tasa de accidentes viales.
- Incrementar la seguridad para los conductores, pasajeros y otros vehiculos en transito.
- Controlar la velocidad de las unidades de transporte en viaje por sistema GPS, con sistema de alarma automática.
- Aumentar las cargas en el sector inferior ya que los ómnibus de doble piso son inestables y que el peligro de vuelco aumenta cuando sus bodegas están vacías y sólo llevan pasajeros en el piso superior.
D. Lugar: PEN (Ministerio de Planificación Federal, Secretaria de Transporte, Comisión Nacional de Regulación de Tránsporte). Sin entrar en los términos legales –los vehículos cuentan con aprobación de la CNRT –Comisión Nacional de Regulación del Transporte- los ómnibus de dos pisos poseen una longitud de 14 metros y una altura de 4,05 metros (máxima permitida) lo que hace que su centro de gravedad sea elevado y por ende se vea comprometida su estabilidad.
E. Recursos necesarios:
- Estudio de factibilidad del proyecto.
- Formulación de un decreto - ley que limita el empleo de este tipo de omnibus.
- Implementar un sistema de financiación bancario para la modificacion y o cambio de las unidades en uso.
- Reemplazo progresivo de las unidades en uso.
- Instalación en todas las unidades en uso de un limitador de velocidad, el micro acelerará hasta los 100 kilómetros por hora y de ahí no podrá pasar.
- Mejorar el sistema vial, corrigiendo el deterioro de las rutas y el estado de las cunetas, buscando alcanzar el objetivo de lograr un sistema de Autopista Inteligentes
Foto: Modelo ingles citadino de doble piso.
F. Características generales:
La elección de este tipo de vehiculo se debio a que por un lado los empresarios del transporte vieron limitada la capacidad de carga en las bodegas (el servicio de transporte es mixto pasajeros y encomiendas) y por el otro la irrupción de las unidades de piso y medio y doble piso que lucen imponentes frente a los pasajeros. El usuario se sintió atraído por la visión panorámica y el porte de estas moles a tal punto que los empresarios que no incorporaban este tipo de vehículos se vieron marginados. De allí en más su uso se generalizó a tal punto que Brasil tuvo que comenzar a producirlos para nuestro mercado en los años 90 ya que en el vecino país no se los utilizaba.
Foto: Omnibus empleado en EE.UU.
Hace un tiempo la Comisión Nacional de Regulación de Tránsporte (CNRT), informó que actualmente el 90% de los vehículos de transporte de pasajeros de media y larga distancia son de piso doble. Esto implica que alrededor de 4.000 unidades móviles son las encargadas de llevar a alrededor de 55 millones de pasajeros por año. Desde el organismo, se dispuso controlar las velocidades con el fin de evitar la desestabilización del vehículo. Para tratar el tema de la estabilidad es que se dispuso la instalación en todas las unidades de un limitador de velocidad. Esto quiere decir que el micro acelerará hasta los 100 kilómetros por hora y de ahí no se podrá pasar, por más que pisen el pedal a fondo.
Foto: Nuevo modelo de la misma empresa norteamericana
Según la Resolución Nº 100/2008 de la CNRT, cada coche de doble piso debe contar con el limitador de velocidad, de un sistema antibloqueo de frenos (son dispositivos que impiden el bloqueo de las ruedas en todos los ejes ABS), un sistema de alarma contra incendios, que les permita detectar de forma temprana cualquier inconveniente, calentamiento o posible incendio en el motor, y un indicador sonoro de marcha atrás.
Ya, en el 2007 existia un antecedente sobre esta problematica. El diputado provincial del Frente para la Victoria Darío Giustozzi presentó un proyecto de ley en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires para prohibir la circulación de los ómnibus de doble piso en ese distrito, pero con el objetivo de que esta normativa se extienda a todo el país en el cual se exponia la necesidad de dejar de incorporar unidades de doble piso y que a futuro se prohíba su circulación en las rutas, como en Estados Unidos o Europa, que los usan para turismo y a velocidad limitada". Bajar la velocidad y el centro de gravedad es uno de los puntos que se pretenden alcanzar con el proyecto de ley, porque, según explicó Giustozzi, la sumatoria del exceso de velocidad, el centro de gravedad alto y el viento producen un cóctel explosivo, que deja muchas víctimas fatales.
El plazo para que los ómnibus dejen de circular sería de tres años y, mientras tanto, el diputado recomendaba que las empresas realicen un control preventivo a través de satélites en tiempo real, como el que utilizan las empresas de mercadería, y así poder detectar por dónde circulan los vehículos y a qué velocidad. Para el diputado, tres años son suficientes para que las empresas adecuen la flota automotriz a la ley. "Como hoy el 90 por ciento del parque automotor de larga distancia está compuesto por micros de doble piso es que tenemos que darles tiempo a las empresas para que amorticen los gastos y para que vayan incorporando nuevas unidades con centro de gravedad más bajo."
También, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), a través de un informe realizado durante 2006, pudo determinar que los accidentes mortales protagonizados por ómnibus de larga distancia y de doble piso se cobraron la vida de 86 personas en el país, y, además, pudieron comprobar que estas unidades no respetan la velocidad máxima y que son inestables ante maniobras bruscas.
Si bien el Cesvi ha realizado estudios y controles para determinar la inestabilidad que presentan estos ómnibus, Gustavo Brambati, jefe del departamento de seguridad de la institución, confirmó que aún no se ha podido hacer una prueba de vuelco para saber en qué punto el ómnibus pierde la estabilidad. "A la prueba de vuelco no la hemos hecho por cuestiones económicas, aunque hicimos otras evaluaciones que nos permitieron determinar la inestabilidad de los vehículos."
Sin embargo, de un informe oficial de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) se desprende que las unidades de mayor altura presentan menor estabilidad, pero que no existe mérito suficiente para que permita excluir este tipo de rodados de las rutas.
Según el ingeniero Rubén Arias que dirige el grupo de Investigación en Tecnología Vehicular (Gitev) de la Facultad Regional de Pacheco de la UTN y fue el primero que, en 2004, realizó un ensayo de vuelco de colectivo en la Argentina. El experto explicó que antiguamente se medía la eficiencia técnica de los coches controlando el sistema de frenos y se pasaba por alto un punto central: la estabilidad. En este aspecto, el diseño del vehículo juega un rol importante. "El equilibrio de los coches de dos pisos está logrado por el apoyo de las ruedas sobre el suelo. Cuanto más altos son los colectivos, más elevado está el centro de gravedad y, en consecuencia, están más propensos a olcar. Por eso los vehículos de competición en un curva derrapan pero no vuelcan", explicó Arias. Si a la altura de los coches y a su extensa superficie lateral se le agregan condiciones que tienen que ver con el inadecuado mantenimiento de los vehículos (sistema de frenado ineficaz y rolido -balanceo- importante) las posibilidades de vuelco se incrementan.
Para evitar que los ómnibus tumben, Rubén Arias cree conveniente diseñar un vehículo con una suspensión
que tenga poco efecto de rolido y un centro de gravedad lo más bajo posible. Otro elemento de utilidad para prevenir accidentes es el dispositivo de control de estabilidad vehicular que ya se utiliza en otros países del mundo y cumple la función de avisar al conductor -por medio de una señal auditiva y visual- cuando el colectivo está inclinado o se aproxima al ángulo de vuelco
A. Proyecto: Modificación estructural de los omnibus de larga distancia de doble piso
Recientemente, una unidad de la empresa Chevallier se accidentó en el kilómetro 385 de la autopista Rosario-Córdoba, pasadas las 6 de la mañana, sin que estuviera involucrado ningún otro vehículo. Como consecuencia del vuelco, 54 personas resultaron heridas por lo que fueron derivadas al hospital de Armstrong.
Accidentes de este tipo no es nuevo. Uno de los hechos lamentables ocurridos hace un tiempo sucedio en la ruta nacional 14, en cercanías de Concepción del Uruguay. Allí un ómnibus de doble piso volcó y estuvo a punto de caer en una laguna luego de que fuera envuelto por un temporal de lluvia y viento. El interno 254 de la firma Crucero del Norte transitaba en dirección norte-sur por la ruta nacional 14, en cercanías del puesto de peaje de Colonia Elía, a la altura del kilómetro 102, por causa de las fuertes ráfagas de viento cayó pesadamente al costado de la principal arteria del Mercosur. Tras golpear con violencia contra el guardarrail, se desplomó a una alcantarilla desde una altura de cinco metros, cerca del puente sobre el arroyo El Sauce.
El ómnibus había salido de la provincia de Formosa y se dirigía hasta Buenos Aires, por lo que a causa del despiste, 13 personas debieron ser asistidas en nosocomios de La Histórica.
Pese a la existencia de estudios de especialistas en la materia vial, que ponen serios interrogantes sobre la seguridad de los rodados de estas características, Argentina es uno de los pocos países que aún autoriza el tránsito de los dobles pisos, pese a aumentar el número de accidentes.
En los últimos años distintos organismos especializados en seguridad vial, como así también universidades de la Argentina, han coincidido en diagnosticar sobre el peligro de estos ómnibus doble piso.
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) luego de una extensa investigación elevo un informe que desalienta su utilización donde advierte sobre la construcción y utilización de los colectivos de doble piso. La nota afirma que Argentina es el único país que los sigue utilizando para grandes distancias, cuya inestabilidad es un riesgo tanto para los pasajeros como para los que transitan por las rutas.
Pero el problema se agudiza porque “da la impresión que los pasajeros se inclinan por vehículos monumentales e impactantes, vaya a saber porqué extraña razón”, analizó el director de la investigación, Roberto Tomassiello, ergónomo, consultor en diseño de carrocerías y docente de la UNCuyo. La advertencia de los investigadores se apoya también en que sólo en Argentina estos micros recorren distancias largas. Por el contrario, en Europa se destinan a servicios turísticos en recorridos cortos, y en Latinoamérica no tienen una presencia destacada.
Para Tomassiello, los coches de doble piso son inseguros y vulnerables por su mayor altura (cuatro metros), que los vuelve muy inestables. “Los vuelcos tienden a decapitar las carrocerías a la altura del antepecho, es decir en la parte baja de las ventanas laterales", explicó el especialista. En el caso de las unidades de doble piso, ese efecto se produce en la planta superior, haciendo desaparecer virtualmente todo lo que se ubica por encima del nivel citado. Además, advierte que la altura provoca que se construyan escaleras empinadas con muy poco espacio para desplazarse, que sufren sobre todo embarazadas, ancianos y discapacitados.
Por estas razones, desde la UNCuyo consideran prudente desalentar la construcción de estos micros, “por la seguridad de los pasajeros y también por la de quienes transitan por las rutas del país”, advierten en sus conclusiones. Proponen modificar el diseño de las carrocerías, con una altura máxima no mayor a tres metros y medio, puesto que permite a los pasajeros un acceso fácil sin demasiados escalones internos, y brinda una aceptable capacidad de bauleras bajo el piso. “Debemos tener en claro que los ómnibus no son simultáneamente vehículos para transporte de carga y de personas. O una cosa, o la otra”, dice Tomassiello.
En conclusión, existe una cadena de eventos que se tienen que dar en forma simultánea y con resultados fatales: La existencia en estos omnibus de un centro de gravedad esté demasiado alto, una velocidad longitudinal alta y girar en una curva o eludir un obstáculo bruscamente. El resultado es la perdida de estabilidad y vuelco del omnibus. A esto se agrega, omnibus que violan permanentemente los límites de velocidad, choferes sin suficiente descanso y rutas en mal estado. Ademas, están construidos con materiales livianos que difícilmente soportan vuelcos o colisiones frontales.
C. Objetivos generales:
- Anular progresivamente el empleo de omnibus de doble piso para el transporte de pasajeros a largas distancias.
- Implementar la instalación en todas las unidades en uso de un limitador de velocidad, un sistema antibloqueo de frenos, un sistema de alarma contra incendios y un indicador sonoro de marcha atrás.
- Modificar la altura de los omnibus de dos pisos pero un poco más bajos que los actuales que miden cuatro metros y que tengan dos ejes delanteros y dos ejes traseros.
- Emplear el sistema de omnibus de doble piso para el desplazamiento turistico local y transporte urbano.
- Disminuir la tasa de accidentes viales.
- Incrementar la seguridad para los conductores, pasajeros y otros vehiculos en transito.
- Controlar la velocidad de las unidades de transporte en viaje por sistema GPS, con sistema de alarma automática.
- Aumentar las cargas en el sector inferior ya que los ómnibus de doble piso son inestables y que el peligro de vuelco aumenta cuando sus bodegas están vacías y sólo llevan pasajeros en el piso superior.
D. Lugar: PEN (Ministerio de Planificación Federal, Secretaria de Transporte, Comisión Nacional de Regulación de Tránsporte). Sin entrar en los términos legales –los vehículos cuentan con aprobación de la CNRT –Comisión Nacional de Regulación del Transporte- los ómnibus de dos pisos poseen una longitud de 14 metros y una altura de 4,05 metros (máxima permitida) lo que hace que su centro de gravedad sea elevado y por ende se vea comprometida su estabilidad.
E. Recursos necesarios:
- Estudio de factibilidad del proyecto.
- Formulación de un decreto - ley que limita el empleo de este tipo de omnibus.
- Implementar un sistema de financiación bancario para la modificacion y o cambio de las unidades en uso.
- Reemplazo progresivo de las unidades en uso.
- Instalación en todas las unidades en uso de un limitador de velocidad, el micro acelerará hasta los 100 kilómetros por hora y de ahí no podrá pasar.
- Mejorar el sistema vial, corrigiendo el deterioro de las rutas y el estado de las cunetas, buscando alcanzar el objetivo de lograr un sistema de Autopista Inteligentes
Foto: Modelo ingles citadino de doble piso.
F. Características generales:
La elección de este tipo de vehiculo se debio a que por un lado los empresarios del transporte vieron limitada la capacidad de carga en las bodegas (el servicio de transporte es mixto pasajeros y encomiendas) y por el otro la irrupción de las unidades de piso y medio y doble piso que lucen imponentes frente a los pasajeros. El usuario se sintió atraído por la visión panorámica y el porte de estas moles a tal punto que los empresarios que no incorporaban este tipo de vehículos se vieron marginados. De allí en más su uso se generalizó a tal punto que Brasil tuvo que comenzar a producirlos para nuestro mercado en los años 90 ya que en el vecino país no se los utilizaba.
Foto: Omnibus empleado en EE.UU.
Hace un tiempo la Comisión Nacional de Regulación de Tránsporte (CNRT), informó que actualmente el 90% de los vehículos de transporte de pasajeros de media y larga distancia son de piso doble. Esto implica que alrededor de 4.000 unidades móviles son las encargadas de llevar a alrededor de 55 millones de pasajeros por año. Desde el organismo, se dispuso controlar las velocidades con el fin de evitar la desestabilización del vehículo. Para tratar el tema de la estabilidad es que se dispuso la instalación en todas las unidades de un limitador de velocidad. Esto quiere decir que el micro acelerará hasta los 100 kilómetros por hora y de ahí no se podrá pasar, por más que pisen el pedal a fondo.
Foto: Nuevo modelo de la misma empresa norteamericana
Según la Resolución Nº 100/2008 de la CNRT, cada coche de doble piso debe contar con el limitador de velocidad, de un sistema antibloqueo de frenos (son dispositivos que impiden el bloqueo de las ruedas en todos los ejes ABS), un sistema de alarma contra incendios, que les permita detectar de forma temprana cualquier inconveniente, calentamiento o posible incendio en el motor, y un indicador sonoro de marcha atrás.
Ya, en el 2007 existia un antecedente sobre esta problematica. El diputado provincial del Frente para la Victoria Darío Giustozzi presentó un proyecto de ley en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires para prohibir la circulación de los ómnibus de doble piso en ese distrito, pero con el objetivo de que esta normativa se extienda a todo el país en el cual se exponia la necesidad de dejar de incorporar unidades de doble piso y que a futuro se prohíba su circulación en las rutas, como en Estados Unidos o Europa, que los usan para turismo y a velocidad limitada". Bajar la velocidad y el centro de gravedad es uno de los puntos que se pretenden alcanzar con el proyecto de ley, porque, según explicó Giustozzi, la sumatoria del exceso de velocidad, el centro de gravedad alto y el viento producen un cóctel explosivo, que deja muchas víctimas fatales.
El plazo para que los ómnibus dejen de circular sería de tres años y, mientras tanto, el diputado recomendaba que las empresas realicen un control preventivo a través de satélites en tiempo real, como el que utilizan las empresas de mercadería, y así poder detectar por dónde circulan los vehículos y a qué velocidad. Para el diputado, tres años son suficientes para que las empresas adecuen la flota automotriz a la ley. "Como hoy el 90 por ciento del parque automotor de larga distancia está compuesto por micros de doble piso es que tenemos que darles tiempo a las empresas para que amorticen los gastos y para que vayan incorporando nuevas unidades con centro de gravedad más bajo."
También, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), a través de un informe realizado durante 2006, pudo determinar que los accidentes mortales protagonizados por ómnibus de larga distancia y de doble piso se cobraron la vida de 86 personas en el país, y, además, pudieron comprobar que estas unidades no respetan la velocidad máxima y que son inestables ante maniobras bruscas.
Si bien el Cesvi ha realizado estudios y controles para determinar la inestabilidad que presentan estos ómnibus, Gustavo Brambati, jefe del departamento de seguridad de la institución, confirmó que aún no se ha podido hacer una prueba de vuelco para saber en qué punto el ómnibus pierde la estabilidad. "A la prueba de vuelco no la hemos hecho por cuestiones económicas, aunque hicimos otras evaluaciones que nos permitieron determinar la inestabilidad de los vehículos."
Sin embargo, de un informe oficial de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) se desprende que las unidades de mayor altura presentan menor estabilidad, pero que no existe mérito suficiente para que permita excluir este tipo de rodados de las rutas.
Según el ingeniero Rubén Arias que dirige el grupo de Investigación en Tecnología Vehicular (Gitev) de la Facultad Regional de Pacheco de la UTN y fue el primero que, en 2004, realizó un ensayo de vuelco de colectivo en la Argentina. El experto explicó que antiguamente se medía la eficiencia técnica de los coches controlando el sistema de frenos y se pasaba por alto un punto central: la estabilidad. En este aspecto, el diseño del vehículo juega un rol importante. "El equilibrio de los coches de dos pisos está logrado por el apoyo de las ruedas sobre el suelo. Cuanto más altos son los colectivos, más elevado está el centro de gravedad y, en consecuencia, están más propensos a olcar. Por eso los vehículos de competición en un curva derrapan pero no vuelcan", explicó Arias. Si a la altura de los coches y a su extensa superficie lateral se le agregan condiciones que tienen que ver con el inadecuado mantenimiento de los vehículos (sistema de frenado ineficaz y rolido -balanceo- importante) las posibilidades de vuelco se incrementan.
Para evitar que los ómnibus tumben, Rubén Arias cree conveniente diseñar un vehículo con una suspensión
que tenga poco efecto de rolido y un centro de gravedad lo más bajo posible. Otro elemento de utilidad para prevenir accidentes es el dispositivo de control de estabilidad vehicular que ya se utiliza en otros países del mundo y cumple la función de avisar al conductor -por medio de una señal auditiva y visual- cuando el colectivo está inclinado o se aproxima al ángulo de vuelco
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